martes, 22 de abril de 2014

Tendinitis vs July, primer asalto

Si llegan a decirme hace unos días que mi segunda entrada del blog sería para contar esto...No sé, o soy algo gafe, o parece como si la mala suerte me persiguiera.

Me explico: Después de finalizar el rodaje del viernes pasado, cuando ya me disponía a coger el coche y me marchaba a casa noté un pinchazo extraño en la cara interior de la tibia derecha. No le dí mayor importancia, porque parecía que sólo había sido eso y además, como el sábado me tocaba descansar pensé que se me pasaría solo. 

Salí de casa el domingo con algo de miedo, más que por el entrenamiento en sí, que era un Tempo Run de 8 km a 4:50/km, por si volvía a repetirse el extraño pinchazo-calambre posterior al entrenamiento del viernes. Pero no fue así. No sólo pude correr sin molestia alguna, sino que además el entrenamiento me dejó bastante satisfecha. Muy buenas sensaciones corriendo a ritmos que ya creía haber olvidado.

Sin embargo, el domingo por la noche volví a notar de nuevo el dolor, esta vez algo más fuerte que la primera vez y no se pasó tan rápido. Decidí tomarme un antiinflamatorio e irme sin más a dormir y dependiendo de cómo me encontrase a la mañana siguiente, tomaría la decisión de entrenar o no.

Me desperté a las 7 de la mañana, como hago habitualmente , y sin dolor. Así que me puse la ropa de entrenar y para la calle. Empecé a correr y cuando parecía que no había ni rastro de la molestia el dolor volvió. No era tan fuerte como el del domingo por la noche en reposo, pero fue suficiente como para empezar a preocuparme. En estos dos años nunca había corrido con dolor. Calculé que me quedarían como unos 2 kilómetros (o algo menos) para terminar el entrenamiento, así que decidí seguir corriendo, en vez de parar y ponerme a caminar hasta donde tenía el coche, porque el dolor era más o menos soportable. Creo que me equivoqué de lleno, pero bueno, ya no se puede dar marcha atrás. Ya en casa, con reposo, me seguía doliendo bastante. Me puse hielo unas tres veces y me apliqué una pomada antiinflamatoria que siempre tengo en casa para alguna emergencia, pero el dolor ahí seguía. No es que fuese algo de forma continua, pero si eran unos calambres intermitentes como en el interior el músculo y bastante dolorosos.

Algo malo me pasaba, así que, después de pensarlo mucho, llamé a una amiga mía que, no hace mucho se ha hecho un esguince corriendo y está yendo a una clínica de fisioterapia a tratarse. La verdad es que, como nunca me había pasado nada desde que empecé a correr, no tenía ni idea de dónde acudir. Ella me había hablado muy bien de su fisioterapeuta (una mujer), o sea que no tenía muchas más opciones. Me dan cita como pronto a las 11:30 de esta misma mañana, así que le digo que sí, y ya a intentar no darle muchas vueltas, a tratar de no pensar demasiado, pero sobre todo, a evitar autodiagnosticarme y no leer en internet todas las cosas que la gente, a la que le ha pasado algo parecido escribe, porque es para ponerse a llorar. Doy fe de ello, porque me pudo la curiosidad, me dio por echarle un vistazo por encima y terminé apagando el ordenador con el paquete de pañuelos de papel en la mano, o sea, desmoralizada total.

Acabo de llegar a casa de la visita a la fisioterapeuta, que, a pesar del daño que me ha hecho, me ha parecido una persona encantadora. En cuanto ha empezado a meterme los dedos por todos y cada uno de los rincones de la pierna, ha dado con el diagnóstico: tendinitis en el tibial posterior derecho.




Pufff, lo que me faltaba!!!. Tenía que ser justo ahora que empezaba a encontrarme de nuevo bien corriendo después de la forma que había perdido por el parón navideño. Pero bueno, supongo que estas cosas pasan así. Los problemas no siempre nos vienen en el mejor de los momentos. Y como escribí en mi anterior entrada, el día que algo así me pasase, sólo esperaba poder afrontarlo lo mejor posible. Pues bien, para mi desgracia ese día ha llegado. 
Después de salir de la consulta, en la que he estado más de una hora, lo veo todo de color negro y siento rabia, impotencia y ganas de llorar. Y no por el daño que me ha hecho durante el masaje de descarga, mi dolor es de otro tipo. La fisio ha sido clara: de momento nada de correr, mínimo hasta la semana que viene, en la que volverá a verme de nuevo, para ver si ha remitido la inflamación del tendón, aunque mucho me temo que eso me llevará algún tiempo más.
Eso significa adiós al estado de forma que estaba volviendo a coger y vuelta a empezar de cero cuando pueda retomar los entrenamientos. 
Y, aunque es muy duro, lo tengo claro, nada de correr por el momento. Puede que parezca que estoy muy loca en determinados momentos de mi vida, pero en éste tengo que ser sensata. Por nada del mundo pondría en riesgo cualquier opción de llegar en condiciones al gran objetivo de este año. Y aunque, no existan garantías de que pueda lograrlo, si no paro ahora, que aún estoy a tiempo, las posibilidades se reducen considerablemente. Cómo llegue de fuerte al mes de Diciembre ya es lo que menos cuenta, pero lo verdaderamente importante es poder cruzar esa meta y vivir la gran experiencia de mi vida. Y para eso ahora toca sacrificar otras cosas.
En todo el tiempo que llevo corriendo, jamás había parado, a excepción de una semana en las Navidades pasadas, para recuperarme un poco de toda la caña que le había metido a mis piernas en el 2013. Ahora sabré lo que es no poder correr de verdad, y aunque sé que va a ser muy duro, quizás necesitaba algo así para aprender a valorar lo que este deporte aporta a mi día a día.

Por desgracia en esta vida, la mayoría de las veces, no nos damos cuenta de lo importante que son las cosas, hasta que empiezan a faltarnos. Y eso es lo que me toca ahora, echar de menos correr. Por cuánto tiempo, aún no lo sé, todo depende de cómo vaya evolucionando la lesión. Ojalá que no sea mucho, pero aún así, estoy preparada para lo peor, en el supuesto caso de que las cosas no salgan según lo previsto. 

Lo que no te mata, te hace más fuerte, es una frase que siempre me ha gustado, y que estos días cobrará especial significado para mi. Total, ya he pasado por cosas peores y aún sigo "viva", así que una tendinitis no va a poder conmigo, o al menos, eso espero.


7 comentarios:

  1. July, me copias hasta en las lesiones... :-P

    Es la misma que me hizo parar a a mí por primera vez, pero en tu caso, si es como relatas, no es reocupante. En el mío, no hice caso a la aparición de la molestia, tras una mala recuperación post Maratón, y agravé la situación hasta tal punto que me costó más de un año empezar a remontar el vuelo. Y a día de hoy, de tanto en tanto aún me aparecen secuelas.

    Hazle caso a la fisio, que para eso ha estudiado y ni se te ocurra hacer elíptica, porque carga bastante la parte posterior de la pantorrilla. Es mejor perder unos pocos días ahora que unos muchos meses más adelante. El tibial posterior es un poco puñetero, ya que si lo fuerzas se lleva por delante sóleo, gemelos y tibial anterior, así que ya sabes: recuperacdión total y luego incorporación progresiva a la carrera. Y estate tranquila que tu objetivo principal no peligra: aún quedan muchos meses.

    Lo que sí que estaría bien sería analizar la posible causa de la molestia: cambio de zapatillas reciente, mala recuperación post Media de Aranjuez, baja tolerancia a las series cortas y rápidas, demasiado trabajo de calidad semanal, poco trabajo de gimnasio... En fin, es lo que toca ahora: analizar la situación.

    Ánimo y tranquila, que en nada ya estás desgastando suela de nuevo... ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Josep. Ojalá en esto no te hubiera copiado nunca, pero por desgracia, no se puede elegir el destino.
      La verdad es que ahora lo veo todo negro, pero supongo que con el tiempo pasará la fase negación, para dar paso a la de aceptación y adopción de una actitud positiva que me ayude a recuperarme de la lesión lo mejor posible.
      Sí, es como lo he contado. Las molestias empezaron hace tan sólo unos días, aunque la fisio me ha dicho que el tendón estaba bastante inflamado. En principio, nada de correr hasta que me vuelva a ver el martes que viene y me diga cómo evoluciona la lesión.Y de momento, toda actividad física, excepto la natación está contraindicada, también me lo ha recalcado. Ella cree que en unos pocos días estaré mucho mejor, porque me ha dicho que la he pillado a tiempo.
      Lo más duro va a ser no poder salir a correr ni poder hacer prácticamente nada, aunque hoy, con el masaje que me ha dado no siento la pierna de rodilla para abajo, qué dolor...!!!. Bueno, esto es lo que toca, ahora a aguantarse y a intentar analizar la posible causa de la lesión. La misma fisio no descarta que me la haya hecho por culpa de un mal calzado incluso, y se haya agravado con la carrera. Yo tampoco lo veo imposible, aunque me inclino más por el cambio reciente de zapatillas y la mala técnica de carrera que tengo, eso unido a que creo que necesito hacer más trabajo de fuerza. Tampoco he hecho tantas series cortas y rápidas, porque las de 1000, ya las había hecho antes y no me había pasado nada. Y de la Media de Aranjuez creo que recuperé bien, porque no hice nada de calidad hasta la semana posterior a la de recuperación, y en otras Medias ya había trabajado antes series y tampoco hubo problema. No sé, ahora que tengo tiempo intentaré dar con el problema. Eso sí, a partir de mañana y con la mente más despejada, porque lo que es hoy, no veo color... :-((

      Eliminar
  2. July, nada de venirse abajo ehh, yo he estado soportando casi cinco meses una lesión y llevo con esta seis semanas entrenando con toda la ilusión, con algo de molestias si… pero entrenando.

    Las lesiones suelen aparecer por algo que henos hecho mal o bien por hacer algo en un momento inadecuado.

    Yo que tú cuando comiences a trotar de nuevo, vigila tu pisada, sin darte cuenta podrías estar hiperpronando, o sea que puedes estar girando la punta de tu pie hacia el exterior, de ahí que cargas mal tu peso en el apoyo derecho, cuando estés rodando baja ligeramente tu cabeza y vas mirando de reojo como haces esos apoyos, bueno no digo que sea eso, pero bien puede ser unos de los motivos.

    Bueno lo primero es recuperarte y nada de cargarse de negatividad, lo importante es dar con la posible causa e intentar corregirla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Jose Manuel!!!.

      Tienes toda la razón del mundo en cuanto a lo importante que es no venirse abajo. Lo cierto es que, por suerte, es la única lesión que me ha tocado padecer en dos años, así que supongo que esa negatividad que me asalta por momentos será fruto de mi inexperiencia con ellas.

      Lo importante, aparte de recuperarse bien, es sacar conclusiones de la misma para intentar evitar que vuelva a suceder en un futuro. Me inclino a pensar que mi técnica de carrera es bastante mala, cosa que tengo que mejorar bastante, y que me falta trabajo de fuerza. Así que, una vez tenga el visto bueno de la fisio para poder volver a salir a correr, me centraré en mejorar ambas cosas.
      Me alegro de que ya estés mejor de la lesión y puedas salir a entrenar. Gracias por comentar!!!.

      Un saludo.

      Eliminar
    2. July, te dejo este enlace donde hay varios ejercicios de técnica de carrera, son ejercicios que no me parecen de una dificultad elevada para ti, son aconsejable hacerlos antes de entrenar para hacerla descansada, un aspecto muy importante es que se debe ejecutar siempre con la cadera alta, quiero decir que cuando se realiza no te dobles por la cintura, quedando la cadera atrasada.

      http://www.youtube.com/watch?v=WcfBijYlzMk

      Eliminar
    3. Gracias por el enlace Jose Manuel.

      Algunos ya los conocía e incluso los practicaba a menudo hace unos meses, aunque tengo que reconocer que últimamente no demasiado, salvo un par de ellos antes de hacer series de velocidad.

      Eso sí, en cuanto tenga el visto bueno de la fisio los retomaré de nuevo, que supongo que me ayudarán a prevenir posibles recaídas en un futuro.

      Eliminar
    4. Creo que no deberías abandonarlos, aunque después de la lesión comienza a realizarlos con cautela al principio, son útiles si los realizamos con coordinación, intentando autocorregirnos, con buen braceo y procurar que la punta de nuestro pie no dirigirlo hacia abajo, si no hacia arriba-frente.

      Otro ejercicio muy aconsejable, es saltar o simular el salto de comba, nos ayuda a mejorar la reactividad de nuestros pies, pudiendo sentir el leve contacto sobre el suelo, al igual como deberíamos hacerlo cuando corremos.

      Bueno, ahora lo importante es la recuperación, ese es el principal objetivo.

      Eliminar