jueves, 17 de abril de 2014

Hasta que la muerte nos separe...o se interpongan las lesiones

Tras mucho darle vueltas, por fin me he decidido a empezar mi andadura como blogger. No sé qué tal se me dará esto, y ni siquiera cuanto tiempo duraré. Tampoco cada cuánto espaciaré mis entradas en el mismo. Aunque para esto último me dejaré llevar por mis impulsos, porque así soy yo, impulsiva por naturaleza.

Me encantaría poder contar que llevo media vida en esto, que voy sobrada y que corro tan rápido que la mayoría de la gente se para al verme pasar, pero lo cierto es que no. 
Como dice el encabezado de este blog, lo cierto es que tan sólo soy una chica normal y corriente que se calzó sus primeras zapatillas de correr un 7 de Mayo de 2012, o sea, hace algo menos de dos años. Así que lo que soy realmente es nueva en esto, con una gran ilusión y no menos ganas de aprender y mejorar poco a poco, pero una novata al fin y al cabo.
Aún no he olvidado aquel 7 de Mayo, en el que, con unas zapatillas viejas y demasiado gastadas del Decathlon, que utilizaba para hacer bici elíptica de vez en cuando en casa, salí a correr en compañía de una amiga. Sólo estuvimos 12 minutos e hicimos 2 kilómetros, pero acabamos tan cansadas que parecía que habíamos terminado de correr una Media Maratón. Ese día marcó un antes y un después en mi vida, porque, aunque al día siguiente tenía unas agujetas y unos dolores terribles en todo mi cuerpo, de cintura para abajo, decidimos volver a salir a correr. Esta vez, una distancia más respetable, unos 5 kilómetros, más o menos.
Podría seguir relatando como siguió la historia, pero supongo que conocéis de sobra el final, así que os ahorraré la tediosa lectura. Pues sí, habéis adivinado, lo cierto es que ya no volví a quitarme esas zapatillas. Bueno, ésas sí que me las quité, porque si no hubiese acabado lesionada, pero para comprarme unas mejores y poder correr con garantías, dado que esto ya me había enganchado por completo y necesitaba salir a correr con la seguridad suficiente de que no me iba a dejar las piernas en el intento.
Y digo bien, salir a correr, y no a entrenar, porque eso es lo que hacía durante los nueve primeros meses. Iba por impulsos, sin objetivos claros, corriendo siempre la misma distancia, 10 kilómetros, e intentando que cada día saliese un poco más rápido, para demostrarme a mi misma lo buena que era y lo que mejoraba día a día. Aunque quizás debería haber dicho lo imbécil, en vez de lo buena, porque eso es lo que era, una imbécil en toda regla, que tuvo mucha suerte de no acabar lesionada por sobreentrenarse más de la cuenta.
Lo cierto es que llegó un momento en que las cosas no iban nada bien, me costaba horrores salir a entrenar y más que mejorar, lo que me pasaba es que me había quedado estancada. Las carreras de 10K, que eran las más largas que hacía hasta ese momento, cada vez salían peor y cada vez sufría más para terminarlas. Y en medio de todo ese "caos", me había inscrito ya a una Media Maratón, por fin iba a debutar en una distancia seria, y no tenía ni idea de como empezar a prepararla, o sea que iba lista, y apareció mi "salvador". Y digo que me salvó de verdad, porque de no haber sido por él, ya hace tiempo que me habría cansado de esto y lo habría dejado, bien por aburrimiento, o bien porque en una de las burradas de carreras que hacía a diario, me habría lesionado fijo.
Aunque a él me gustaría dedicarle una entrada aparte, es lo mínimo que se merece por todo lo que me ha aguantado desde entonces, diré que es una de las mejores personas que no he conocido (aún) en mi vida. Porque, aunque no le conozco personalmente, no sólo me ayudó a preparar esa Media Maratón, planificándome todas las semanas de entrenamiento hasta que se celebró la prueba, sino lo más importante de todo, me cambió la perspectiva de ver este deporte. Y es a partir de este momento, cuando se puede decir que dejé de salir a correr, para empezar a entrenar. Así que lo que le debo desde entonces, no creo nunca poder terminar de agradecérselo, pero eso lo contaré más despacio otro día.

A lo que voy en esta entrada, que me desvío del tema, es que soy tan "adicta" a este deporte, que los días que no toca entrenar, parece que me falta algo. No sé explicar muy bien por qué corro. Desde luego que no es para mantenerme en forma, ni para intentar lucir un cuerpo de escándalo que todo el mundo envidie, entre otras cosas, porque tampoco lo tengo. Y aunque me ayude indirectamente a mantener la figura, creo que correría igual si no lo hiciera, y pobre de aquéll@s que lo hagan sólo por este motivo, porque tienen los días contados como runners. En mi opinión todo lo que se hace como "sacrificio", acaba por cansarte. Supongo que correr me ayuda a sentirme "viva", pero sobre todo a alejar los malos pensamientos y a mantener mi mente en un estado óptimo, que no lo estaba para nada cuando me inicié en esto, así que me inclino a pensar que es esto lo que me tiene tan "enganchada".
No pienso dejarlo hasta que me muera, como si de un matrimonio se tratase, o hasta que me lesione, porque, aunque hasta ahora me voy librando, alguna vez me tendrá que tocar. Bursitis, tendinitis, fascitis, periostitis, condropatía, etc... son palabras que me ponen los pelos como escarpias de sólo nombrarlas, pero que, tarde o temprano me tocará verme las caras con alguna de ellas. Es lo que tiene el deporte, más en concreto éste, por ser un deporte de impacto, vamos que en el sofá de casa no se lesiona un@, pero aún así, habrá que asumir ese riesgo.
Cuando me toque, espero ser paciente y saber encajarlo como toca, aunque lo cierto es que me hartaré de llorar y lo veré todo de manera negativa, porque, mira que me empeño en cambiar, pero así soy yo, tengo esa "tara" de nacimiento.
Sólo espero que, cuanto más tarde mejor, sobre todo este año que me he propuesto un objetivo ambicioso y me gustaría poder alcanzarlo. Pero cuando se persigue un sueño, todo puede pasar, así que, habrá que correr ese riesgo. La vida es una aventura constante y hay que estar preparad@ para todo.
Qué cuál es mi objetivo de este año??. Pues eso mejor lo cuento en otra entrada, aunque l@s que entendéis un poco de esto seguro que sabéis de lo que se trata.

Hasta la próxima!!!.

2 comentarios:

  1. Bienvenida al mundo Blogger, July!!

    Desde mi corta experiencia en esto (apenas un año) te aconsejo que te lo tomes como un hobby y no como una obligación. Actualiza cuando creas que tienes algo interesante que contar. Y sobre todo, utilízalo para conocer a personas que comparten tu misma afición. Hay muy buena gente por aquí, sólo tienes que buscarla.

    Yo sufrí la primera lesión cuando llevaba 3 años y un mes corriendo. Por tanto, hasta junio de 2015 no llegará ese momento... jajaja... Es broma. Espero que no tengas que pasar por ahí, pero bueno, las lesiones también te hacen crecer como corredor. Lo que no te mata te hace más fuerte.

    Por cierto, creo que sé cuál es ese objetivo para este año... jejeje... Y no lo catalogaría como un sueño, sino como un objetivo alcanzable.

    Salud, kilómetros y entradas blogueras!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Josep!!!.

      No lo voy a tomar como una obligación, sino como algo que me sirva para contar experiencias y para conocer a más gente que comparta mi afición.

      Pero la mala suerte ha querido cebarse conmigo (una vez más), yo creo que tengo algún don especial para atraerla. Hace unos días noté un pinchazo extraño en la cara interna de la tibia derecha. No le dí mayor importancia, porque me permitía entrenar con normalidad, hasta que finalizando el rodaje de ayer volví a sentir el dolor, esta vez más fuerte y entrenando, y lo peor es que ya en casa y en reposo me seguía doliendo. Así que cogí hora con un fisioterapeuta y me acaba de dar el diagnóstico: tendinitis en el tibial posterior. Aunque te lo contaré con más detalle, ya sabes lo que viene a continuación: reposo y olvidarme de correr por unos días... :-(((

      Estoy bastante hecha polvo, pero supongo que algún día tenía que pasarme. Espero que esto me ayude a crecer como corredora y que salga fortalecida de la experiencia. Una de las muchas cosas que me has enseñado desde que te conozco es que a veces es necesario retroceder unos pasos para poder seguir avanzando con más fuerza si cabe, sobre todo si eso es necesario para poder cumplir mi gran sueño y el que es el objetivo prioritario de este año

      Espero poder llenar mi mente de pensamientos y actitudes positivas en estos días, porque lo que es ahora, lo veo todo bastante negro, aunque supongo que todo es cuestión de tiempo y paciencia.

      Eliminar