Fin de la fase base de la preparación de la Maratón de Castellón. Este último mesociclo ha sido de 2+1 (o sea, 2 semanas de trabajo fuerte y otra, ésta última de recuperación. Con el largo de 1h15' a ritmo aeróbico extensivo, que he realizado hace tan sólo unas horas, le he puesto la "guinda" a este "pastel" que ha durado once semanas y que no ha sido más que un "aperitivo" de lo que me espera de aquí al domingo 7 de Diciembre, día en el que tendrá lugar la prueba.
El volumen de kilometraje semanal ha sido el siguiente:
- Semana 1 (choque) : 71,2 kilómetros
- Semana 2 (carga) : 64,1 kilómetros
- Semana 3 (recuperación) : 34,2 kilómetros
Salen un total de 169,5 kilómetros, y teniendo en cuenta que este mesociclo ha tenido una semana menos que los anteriores, se puede deducir que ha sido intenso, por lo que ha sido el que se me ha hecho más duro de los tres, pese a haber sido el más corto.
Para explicar un poco lo que han sido estas tres semanas, en las que ha habido muchas novedades, y no sólo en los entrenamientos, voy a empezar desde el principio, espero no dejarme ninguna:
Semana 9 de preparación y primera de este tercer mesociclo: Cuando Josep me pasa el planning semanal y veo en la cabecera de la tabla Excel "Semana de choque", suelo echarme a temblar, dado que eso significa un volumen alto de kilómetros, y, por tanto, más entrenamiento con la sensación de piernas cansadas. A priori, la sesión que más me asustaba era el largo del domingo (2 horas de entrenamiento, con tres intervalos de 15' a ritmo de Maratón), dado que desde que empecé a correr, jamás había superado la 1h45`corriendo sin parar, pero al final resultó ser más dura a nivel mental que a nivel físico, sobre todo los últimos 15', supongo que fue lo que me costó superar esa barrera psicológica que suponía para mi hacer mi entrenamiento más largo hasta la fecha. De esta semana destacar también las otras dos sesiones de calidad: el Tempo del martes y las series de 1000 m. del viernes. Esto supuso la vuelta a sentir el ácido láctico corriendo por mis venas, que no es muy agradable que digamos, pero que al final compensa por los beneficios que conlleva.
Semana 10 de preparación y segunda de este tercer mesociclo: Leo la cabecera de la tabla Excel y veo que ésta es "Semana de carga". Pienso interiomente : "Bien, seguro que se me hace menos dura que la anterior, que al final no fue para tanto". Pero me equivoco de lleno. Hasta la fecha, ésta ha sido una de las semanas más duras de las que recuerdo desde que empecé a correr. La semana empezó con la gran sorpresa de recibir por fin el nuevo "juguetito" que había adquirido: El Garmin FR620. Decidí darme un pequeño capricho, puesto que al final este año me he vuelto a quedar sin vacaciones (por cuarto año consecutivo), así que dije que, ya que no iba a tener gastos en ese sentido, por lo menos, me iba a dar el lujo de renovar el GPS, puesto que hasta entonces tenía el FR110, que es el más básico de la gama y no permite programar sesiones de entrenamiento, y la verdad, es que ya estaba un poco harta de ir todo el rato pendiente de darle al lap en los entrenamientos, cada vez que tocaba un cambio de ritmo o una recuperación.
La verdad es que el reloj es una pasada, completo hasta decir basta. Por darte te da hasta los datos de cadencia (sin necesidad de llevar podómetro), la oscilación vertical y el tiempo de contacto del pie con el suelo. Sólo necesitas llevar el accesorio HRM que es parecido al que incorpora la banda pectoral normal, pero mucho más completa. El miércoles tocaba salir a estrenarlo al exterior (dado que el martes lo estrené en casa, haciendo CFG y bici elíptica). Primera metedura de pata de la semana: Me programo la sesión 50' rodaje + 10x100m R100m. No me doy cuenta de que el ritmo que me aparece en pantalla es el ritmo medio de la sesión (no el del lap). Conclusión, el rodaje sale más rápido de lo normal. Segunda metedura de pata, en los 10x100m R100m, ya voy con la presión de que he hecho algo mal en el rodaje. Resultado, en la primera recupación creo que tengo que seguir rápido, luego me doy cuenta de que no, intento rectificar, pero como era de 100 m, no me da tiempo. Al final salen 9 intervalos en vez de 10. Me voy a casa con un cabreo monumental: "Tanta tecnología para una persona tan torpe como yo, grrrr...!!!". Menos mal que al rato se me pasa y queda en anécdota, pero menudo estreno le dí al FR620, como para olvidarlo.
A todo esto el martes hice mi primer CFG. Hasta la fecha sólo había hecho CFI, así que tocaba empezar a trabajar también el tren superior. Resultado: casi tres días seguidos con unas agujetas mortales en dorsales, hombros, pecho, bíceps, tríceps...Pufff, lo que me faltaba y estábamos sólo a mediados de semana. Sesión de calidad del viernes: Series de 1500 m., mis "favoritas", jejeje, y a las 6:20 de la mañana...Creo que está todo dicho, y sí, lo habéis adivinado se me hicieron durillas. Aún así salieron, pero ese día tuve lactato por mi cuerpo para dar y regalar, así que acabar de trabajar y poder llegar a casa fue para mi una liberación, sobre todo teniendo en cuenta que llevaba cuatro días seguidos a una media de 13 horas de trabajo al día, con lo cuál el cansancio que arrastraba de toda la semana era mortal.
La semana concluyó el domingo con un largo de 2h30' a ritmo muy suave. He de decir que, aunque a priori era la sesión que más me asustaba, por la duración de la misma, al final no fue para tanto, al menos no a nivel físico. Esa sesión, aparte de para reforzar y mucho el aspecto mental, me sirvió para otras dos cosas: la primera para probar por primera vez un gel energético (que por cierto, que malos que están), y para estrenar mis nuevas zapatillas de entrenamiento, las Saucony Ride 6:
La verdad es que me sorprendieron gratamente. Tenía pensado correr la Maratón con unas Mizuno Rider 15, que tengo sin estrenar y guardadas especialmente para la ocasión, pero me temo que les han salido unas rivales muy fuertes, así que será cuestión de probar ambas en las sesiones largas de la fase específica, y, de acuerdo a cómo respondan unas y otras, tomar la decisión final.
Semana 11 de la preparación y tercera y última de este mesociclo. Y como no podía ser de otra manera, semana en la que ha tocado recuperar y cargar baterías de cara a la fase específica que comienza este mismo lunes. De esta semana lo único que resalto es el calor que he pasado en el largo de 1h15' de esta tarde, lo que ha hecho que las ppm se me disparasen. No obstante, he salido a propósito a las 19 horas, más o menos, porque es la hora a la que se disputa la carrera en la que participo el sábado que viene y quería experimentar las sensaciones de correr a 32ºC, para saber cómo he de afrontar la prueba en el caso de que la meteorología del sábado que viene sea similar a la de hoy. Y mucho me temo que así será, con lo cuál habrá que sacrificar un poco el ritmo a favor de las buenas sensaciones. Se trata de competir, pero de no morir en el intento.
Mañana descanso, creo que me lo merezco. Y el lunes vuelta a la carga y comienzo de la fase específica. Ya he visto el planning de la semana que viene y la cosa "pinta" bastante bien. Muchos cambios respecto a la fase base y con el plato fuerte de mi vuelta a la competición el sábado, después de casi cinco meses y medio sin disputar ninguna carrera, así que no estoy nerviosa, sino lo siguiente.
A ver si con un poco de suerte, mi próxima entrada es para hacer la crónica de una gran carrera. Cruzaremos los dedos...